Hoy se celebra el día de la voz:"La voz es un medio de comunicación humana y de expresión artística, pero tiene una capacidad limitada de uso que depende de cómo sepamos utilizarla y de cuanta sea la capacidad de cada persona".
Tanto en niños como en adultos, la causa de los trastornos vocales es el mal uso y el abuso vocal, es decir, el esfuerzo vocal excesivo. Estos trastornos se denominan disfonías funcionales, se relacionan con la actividad laboral y adquieren en muchas ocasiones la catalogación de enfermedad profesional. Por otro lado, los nódulos y los pólipos son otro tipo de disfonías llamadas orgánicas, que conllevan la existencia de una lesión en los órganos fonatorios.
Hablar excesivamente, con una intensidad o tono superior al normal, especialmente si se hace con rapidez, forzar la vocalización, gritar, carraspear y toser en exceso o cantar con una técnica inadecuada provoca un funcionamiento perjudicial del aparato fonador. La situación empeora si en el entorno hay un excesivo ruido que obliga a subir la voz, un ambiente nocivo con polvo, humo de tabaco o gases nocivos. El consumo de tabaco y de alcohol deteriora también la musoca vocal.
En los niños, la causa frecuente es una actitud de comunicación con los demás que abusa de los gritos y de hablar en voz alta. Tratan de imponerse a los demás subiendo el volumen de voz. Además, los niños no son conscientes de que su voz, afectada por el sobreesfuerzo vocal, suena diferente de la de los demás.
Tanto en niños como en adultos, la causa de los trastornos vocales es el mal uso y el abuso vocal, es decir, el esfuerzo vocal excesivo. Estos trastornos se denominan disfonías funcionales, se relacionan con la actividad laboral y adquieren en muchas ocasiones la catalogación de enfermedad profesional. Por otro lado, los nódulos y los pólipos son otro tipo de disfonías llamadas orgánicas, que conllevan la existencia de una lesión en los órganos fonatorios.
Hablar excesivamente, con una intensidad o tono superior al normal, especialmente si se hace con rapidez, forzar la vocalización, gritar, carraspear y toser en exceso o cantar con una técnica inadecuada provoca un funcionamiento perjudicial del aparato fonador. La situación empeora si en el entorno hay un excesivo ruido que obliga a subir la voz, un ambiente nocivo con polvo, humo de tabaco o gases nocivos. El consumo de tabaco y de alcohol deteriora también la musoca vocal.
En los niños, la causa frecuente es una actitud de comunicación con los demás que abusa de los gritos y de hablar en voz alta. Tratan de imponerse a los demás subiendo el volumen de voz. Además, los niños no son conscientes de que su voz, afectada por el sobreesfuerzo vocal, suena diferente de la de los demás.
Un vídeo de Andrea Bocelli y Sarah Brightman,ejemplo de buenas voces.
Y para que no penséis que esto solamente funciona con la música clásica, ahí van dos vídeos más con ambos artistas actuando junto a otros famosos y conocidos.
Pues ya veis, Antonio Banderas y Marta Sánchez (este último video está un poco chungo, no está sincronizada la imagen y el sonido, en fin). ¡CUIDEMOS NUESTRA VOZ!
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